Palabras (11)
Pero nuestro objetivo es ser santas.
No basta ser buenas, debemos ser santas. La santidad no es fruto de la mediocridad y la superficialidad sino de un gran sufrimiento y sacrificio. Si verdaderamente amamos a Jesús, seremos felices incluso en la cruz. El mundo se está muriendo porque hay escacés de Santos. Mucho hizo el que tiene un gran amor. Nunca estéis satisfechas por ser buenas. Eso no puede ser nuestro mayor deseo.
- Nuestro propósito principal debe ser: ¡ser santas! ¡Confiad! ¡Dios para esto os ayuda!
- Que el propósito sea: quiero ser humilde. Sin humildad no podemos ser ni siquiera buenas hermanas.
- ¡Estar, lo más perfectamente presente, en el Sacrificio de la Santa Misa!
No seas intolerante con Dios. No os conforméis con eso de que sois buenas. Buenas erais antes de que os consagrarais a Dios. Ahora habéis tomado otra obligación: tenéis que salvar muchas almas...
(en Podlesí 1962, en apuntes formulaba sus propósitos de renovación espiritual).