Una breve biografía de la Madre Adalberta
La Madre Adalberta nació el 25 de marzo de 1914, en Huštěnovice en Velehrad, en una familia con siete hijos. EN el bautismo recibió el nombre de Antonie y muy pronto, tan solo a sus seis años, su madre murió.
Pronto oyó la llamada de Dios a la vida religiosa y a los trece años ingresó en la comunidad religiosa de las Hermanas de la Misericordia de San Carlos Borromeo en Frýdlant nad Ostravicí como candidata todavía escolar.
Se graduó de maestra en Praga y después de un período de formación religiosa trabajó como maestra en Třebon.
Durante la segunda Guerra Mundial cuidó a soldados enfermos y heridos en Slany. Luego estuvo cuatro años como directora en Brno Líšen. Después del cierre de la escuela, la Madre Adalberta, desempeñó el cargo de madre superiora de la comunidad en Prachatice. Aquí se escondía el sacerdote franciscano Remigius Janča que fue traicionado y arrestado. Junto con él fue detenida también ella y varias otras hermanas acusadas de alta traición y condenada a ocho años de prisión comunista.
Este difícil período de su vida lo vivió con valentía con actitud de fe que defendió ante los injustos tribunales comunistas.
Después de su liberación en 1960, vivió en una gran comunidad de hermanas en Vidnava, y más tarde como Madre Superiora.
En el Capítulo General de 1970 que se realizo en Znojmo-Hradiště fue embestida con la función de Superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Misericordia de San Carlos Borromeo.
En todo lo que hacía ponía sobre todo su propio corazón. Alentaba a las hermanas a orar, a la búsqueda del buen ejemplo al amor perfecto, con el fin de contribuir, no sólo a la renovación de la congregación, sino también, de la Iglesia y el mundo. Con persistencia las invitaba a buscar su misión y la forma de cómo implementarla en la sociedad contemporánea.
La vida religiosa era, hasta entonces, entendida como un camino seguro que conduce a la santidad. El Concilio Vaticano II, sin embargo, ha traído a este respecto un cambio fundamental en la convocatoria para la renovación de la vida religiosa. La Madre Adalberta, pronta a los signos de los tiempos, conseguía los documentos eclesiásticos relacionados con esta renovación.
No sólo era difícil, sino, en ese momento también muy peligroso. Aguijoneaba a que se traduzcan, los leía, hablaba de ellos en las reuniones con las hermanas y los evidenciaba en su vida. A pesar de la prohibición decidido recibir en Congregación chicas interesadas en la vida religiosa, que después formaba en secreto en pequeñas comunidades de hermanas mayores.
Su servicio culminó en el 150 aniversario de la Hermanas Borromeas en la República Checa. La Madre Adalberta murió el 21 de enero de 1988. Murió con fama de santidad.
En 1996 discurre el proceso de canonización de la Sierva de Dios. EL 6. 12. 2014 el Santo Padre Francisco firmó el decreto sobre heroicidad de las virtudes cristianas. Ahora pedimos un milagro para que el proceso pueda pasar a la siguiente etapa, la beatificación de la Venerable Sierva de Dios.